María Ana Galdámez

“Recuerdo que yo era alegre, muy jovial. Ahora tengo miedo de salir, solo paso en el trabajo y en la casa”.

María Ana Galdámez
Sobreviviente de intento de feminicidio.

María Ana Galdámez vivía junto a su esposo y su sobrina. Antes de casarse ella fue clara en compartir con su esposo los problemas de salud, a lo que él accedió diciendo que no había problema por ello. En la convivencia él presionaba y obligaba a María Ana a sostener relaciones íntimas que realmente dañaban la salud de ella. La inconformidad del esposo fue creciendo al punto que se alcoholizaba y maltrataba a María, lo que fue creando en ella miedo y distanciamiento.

Un día que él llegó tan alcoholizado que María no le permitió entrar a la casa. Al siguiente día, por la mañana, la sorprendió cuando ella y su sobrina salían de casa; en ese momento la agarró del cuello y la hirió de los dos brazos y la nariz con un corvo. María logró correr y con el auxilio de una vecina pudo resguardarse. La sobrina llamó a la policía, quienes trasladaron a María al hospital y capturaron al agresor.

Después de un año de rehabilitación física y emocional, en el que tuvo que suspender su vida laboral como trabajadora de oficios domésticos, María ha retomado diversas actividades. Actualmente vive con su hija, su yerno y su nieta. Aunque trata de llevar una vida “normal”, María segura que no es fácil recuperar la confianza y la alegría que un día perdió. En este momento el esposo está recluido en una cárcel con una pena de 26 años por violencia psicológica y sexual e intento de feminicidio.

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